miércoles, 10 de agosto de 2011

Redes sociales y otras carnicerías de Internet... ¿Qué hay hoy para comer...? Parte II


RED’s, dan paso a una aproximación exacerbada de los sentimientos irracionales y las latencias sexuales de forma rápida y confusa, obviando los pasos de ese cortejo simbiótico, es decir, dar la estocada, salir por la puerta grande y, desgraciadamente, olvidarse del novillo moribundo vencido… porque habrá más, da igual que bragado, botinero o azabache el astado sea, el caso es que hay otra cornamenta encima del cabecero de la cama, otro trofeo que ondea reluciente ante la carcajada del igual, la sorna irónica del rival y el despecho sonrojante del vencido.

Eso sí, TÚ, alma triste del wifi que toreas sin igual, con un manejo de la arroba digno de admirar, la cruda realidad es que capeas sin público, con la grada vacía, con el silencio como actor protagonista, escudado entre la maleza del anonimato que te ofrece tu estoque, el teclado, en él te encuentras mejor, como en una butaca Chester, aunque probablemente tumbado en la cama y el portátil postrándose en tus ardientes rodillas; más cómodo, refinado, guapo, con poder e incluso confianza, no necesitas tres copas de más, ni desgastar y erosionar a tu presa con parloteo a la italiana, sabes con certeza que ¿estudias o trabajas? nunca fue una buena solución. Sólo una capa de casta “García”, una máscara oscura, “darkiniana”, conexión LAN y ganas de jugar.

Atrás quedarán las presiones de los rejoneadores y las plazas pobladas que pedían enfervorecidas quites sobre el albero de baile, ALLÍ, no albergas buen recuerdo, ¿verdad?, pues allí era donde toreabas con torpeza y sin feeling, incómodo con tu traje de luces y montera, desubicado y puñetero como el calzoncillo de Nadal, anclado en una timidez decadente y depresiva, sin arrojo, con pudor, sin agallas, con amarga desazón.

Estas “cribas sociales” de grano gordo que todo lo toleran, si por criba entendemos malla o red, son más bien un salvavidas, un flotador al que muchos han sabido agarrarse en alta mar y que facilita una pesca con manguitos en este caso, en la que se pierde el riesgo y las nociones de la calidad, sustituyéndola por la basta cantidad.

Pero, qué le podría decir Don Juan a Doña Inés en pleno siglo XXI, seguramente entre sus frases principales se encontrarían: nos vemos, si eso, descansa, ciao, muuaks, hablamos, wpa, y por supuesto, no estarían respirando amor ni las flores, ni la gacela mía, pero seguro estoy que se encontraban enarbolando una media sonrisa que diría “jaja”.

Las redes sociales son un mal menor en realidad en cuanto a la pérdida del contacto directo, de la brega y la porfía en campos de tierra embarrados donde con dolor golpeabas un balón Mikasa, pues en cierta manera cumple y colman otras necesidades que hacen de nuestra vida más fácil. Me atrevo sin temor a decir que incluso desde un prisma acertado facilitan historias poco probables, quizás imposibles de otra forma o propician con acierto el recuentro con gente a la que perdiste el rastro… pero, ¿qué sucede con la carnicería de Internet?, ¿con el libertinaje del sexo mediante red?, páginas tipo badoo, vota mi cuerpo, sexy o no, y un largo etc. donde  la enjundia real es el engaño, la mentira y la calumnia para llegar al destino, una razón de ser maquiavellina, que asustaría al propio escritor, ni si quiera en el “El Príncipe” podríamos leer cosas semejantes; de hecho él mismo en una ostentación inusitada de integridad y abnegación se desetiquetaría presto, evitando ser relacionado con tan maño deshonor.

Estas charcuterías del nuevo milenio te permiten mirar el menú y escoger al gusto la cena, pero sin el certificado avalado por la FAO, pues en un alarde de marxismo sexual, descubres que el opio del pueblo no es la Iglesia, sino el sexo, y es la turbina que todo lo mueve y por la que tu status social sube o baja; seguramente antes era similar pero las sensaciones eran distintas, el acceso y las condiciones han cambiado, por ello el criterio es distinto.

¿Tienes criterio?

Mantén tus redes sociales y tus vínculos de amistad, pero desabróchate el corsé, provoca que tu desparpajo florezca e irrumpa con decisión, altera las condiciones reales en el face off, en el cuerpo a cuerpo, y se tú mismo sobre la mancillada arena. La carne y hueso de tu personalidad nada tiene que ver con tu “yo” digital.

                                                              Fisgoneas con atención

                                                             Atolondrada una foto y un

                                                             Comentario vacilón.

                                                             Escudriñas, cliqueas y

                                                            Buscando en un rincón:

                                                            Ofertas de amistad,

                                                            Oligarquías de pasión.

                                                            Kill me or die with it.

1 comentario:

  1. Eres un crack Alberto...como siempre!!! Sabes sacar lo que está ahí y no queremos ver. Ahora todo es más facil con tanta red...Pero pasa como dices, que nos hacemos ideas virtuales muchas veces de las personas que nos rodean y cuando nos toca establecer relaciones en la realidad... "como ha podido cambiar tanto esta persona!?" o "ya no siento lo que sentia antes por él/ella"... Se están perdiendo las buenas costumbres, el contacto real... pero seguiremos haciendolo igual, jaja (aunq siempre con ojo...)

    Un beso enorme!

    Nieves.

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