jueves, 26 de julio de 2012

Próxima parada... DESTINO.




Y es que estamos muy mal acostumbrados a decir este es mi destino, fue porque el destino lo quería así, o estábamos destinados a ello; sin pararnos a pensar realmente el porqué de las cosas y reflexionar que nosotros hacemos que las cosas pasen, sin nosotros es imposible que sucedan, ya sea por activa o por pasiva, pero por ambas actitudes las cosas… suceden.

Viendo La Duda (por cierto… PE-LI-CU-LÓN mayúsculo) dice el padre Flynn en uno de sus fantásticos sermones: “…hay un viento detrás de todos nosotros que nos lleva por la vida, no lo vemos nunca, no podemos someterlo, ni conocemos su propósito, yo me habría quedado más con vosotros, pero ese viento me lleva de aquí, yo me habría quedado más aquí, echaré de menos esto, pero estoy contento porque el poder del viento que me empuja lo hace con la convicción de que esto es mejor, y esa es mi fe…”. Claro tengo yo, que ese viento es el corazón y la razón que nos lleva a tomar una decisión, con o sin dudas, pero al igual válidas; no te arrepientas de una decisión por mala que sea porque esa decisión determina como eres ahora en realidad.

Tus acciones o reacciones tenían sentido para ti en el momento que las hiciste eso es lo verdaderamente importante, tenían un porqué, razón suficiente para tomar esa decisión, y en ese instante, decisión correcta, aunque en la voracidad del “viento” se perdiera su acierto. Tú eres la persona que vive con tus respuestas no los demás, por ello te voy a dar un consejo que te ayudará toda tu vida…

DI NO!!!, aprende por lo que más quieras a decir que NO!

NO quiero, NO puedo, NO me apetece, NO lo necesito, NO es lo más apropiado… granjeate un buen caudal de personas a las que caer mal (o eso puedes pensar) pero realmente ser honesto es la mejor manera de vivir en sociedad. Decir “si” a todo empeora cualquier situación, a veces por evitar una confrontación o disputa, o simplemente, y en el mejor de los casos, embarcarnos en un proyecto o actividad en la que no creemos…


Bien, llena tu vida ahora de rocas grandes y gordas (las cosas importantes, son las que a ti te importan) y mételas en un frasco, ¿está lleno?, NO, ahora mete piedras más pequeñas como gravilla o cantos rodados, ¿está lleno?, NO, todavía puedes meter arena, más pequeña todavía, ¿está lleno?, NO, hazlo rebosar de agua hasta el borde… ahora, está lleno; la lección está clara sino colocas lo más grande primero (es decir, lo más importante) no tendrás espacio para colocarlo después; define tu destino conforme a tus prioridades, eso es tomar una buena decisión.

Estar a disposición para todo y para todos disminuye nuestra autoestima, nos hace vulnerables al chantaje emocional y nos dificulta el mantener unas relaciones sanas y equilibradas, en las que podamos decir “si” o “no” en función de nuestras convicciones, en definitiva dirigir nuestro destino de forma activa. Dar prioridad a tus opiniones, deseos o necesidades no es una actitud ególatra, sino una actitud llena de responsabilidad, honestidad y madurez.

Algo tan sencillo como la evolución científica o ideológica y así hasta un largo etc. surge de la capacidad de negación, de negarse al patrón establecido y perseguir una idea o convicción aunque eso conlleve morir con ella, si cogiéramos como ejemplo a los grandes personajes de la historia: Galileo, Eratóstenes, Colón, Newton, Einstein, … todos en su día se plantearon decir NO, y ser dueños de su propio destino.

En definitiva no digas que NO al NO, no digas sí a cosas que no concuerdan con tus sueños, porque negarás tu anhelo. No juegues a los dados o a la ruleta con tu vida, juega con la cabeza y el corazón, pues salga cara o cruz no será la suerte quién decida, serás tú.

¿De qué puede servirte ser libre, si desconoces hacia dónde vas?

Eso es: DES – TI – NO.

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